Hasta hace unos días, el 15 de octubre era para mí un día más en el año. Era un día cualquiera, como el 12 de setiembre o el 27 de enero, por dar algunos ejemplos. Bueno, y también el cumpleaños de mi amiga Lorena (¡Feliz cumpleaños Lorena! :D). En fin, creo que entienden a qué me refiero.
Sin embargo, eso cambió cuando un amigo me envió un mail acerca del
Blog Action Day.
¿Qué es El Blog Action Day?Es un día en el que todas las personas pertenecientes a la comunidad de bloggers (es decir, que escriben en uno) se ponen de acuerdo para escribir acerca de un tema en particular. El año pasado escribieron sobre el medio ambiente y el tema de este año es la pobreza.
Lo primero que pensé fue:
"¿Y qué puedo decir yo sobre la pobreza?"
De hecho puedo decir muchas cosas, como todos creo. En mi caso, yo he pasado por diferentes carreras antes de decidirme por Psicología, y creo que puedo abordar la pobreza desde la perspectiva de la Economía o inclusive desde la Arquitectura; aunque siempre me resultará más interesante la psicológica.
Pero no es eso lo que tengo pensado para el día de hoy. Este blog no gira en torno a los ejes antes expuestos y en realidad (hasta el momento) no estoy seguro de si tiene un eje en torno al cual girar. Esta cualidad (o aparente defecto) me dificulta la tarea creativa, pero como me es costumbre empezaré de golpe.
Nos separa un abismoDesde niño, cuando usaba mi oberol de jean (overall, cierto?), siempre llamaron mi atención LAS DIFERENCIAS. Todas. Esas diferencias que existen, por ejemplo, entre hombres y mujeres:
"...porque yo tengo pipilín y tu no"; o las que existen entre nosotros y los animales:
"mamá, porque no puedo morder huesos como el perrito?"A medida que fui creciendo empecé a fijarme en asuntos de mayor relevancia social (pero no siempre haciendo algo concreto al respecto). Y es aquí donde intento incorporarme a la temática de la pobreza:
¿Por qué existe gente tan rica y gente tan pobre?Cuando estudié Economía vimos gráficas sobre la distribución de la riqueza y recursos en la población peruana, así como de otros países. Sin embargo, ninguna de esas gráficas me pudo asombrar tanto como ver, en E Entertainment TV, a Tinkerbell (el perro chihuaha de Paris Hilton) comiendo exquiciteces caninas en su mansión miniatura, y luego, en CNN, a niños de países pobres que tienen solo moscas para abrigarse (sorry por la figura, pero es cierto).
¿Pero qué podemos hacer?
Qué podemos hacer cuando vivimos bajo un sistema social que sustenta este tipo de exclusión, ya que dificulta a las personas con poco acceso a recursos (como dinero, educación, alimento, abrigo, etc.) a incorporarse en el mismo. Uno tiene que trabajar para hacer dinero; para trabajar necesita educación (en la mayoría de casos); y para educarse necesita dinero (o becas y suerte).
Entonces, ¿cómo haríamos?¿Comunismo? Nah, ya lo intentaron y hubo problemas. El ser humano vela por sí mismo. Es instinto. Su bienestar y el de sus descendientes o familiares más cercanos es top en su lista de prioridades (ahora parece que el trabajo también); se trata de puro rastro filogenético.
¿Pero somos nosotros puro instinto? No, para nada. Siempre hemos hecho público el dominio de la mente humana sobre el impuslo. Por ello es que aprendimos a vivir en sociedad; socializamos el arte y las expresiones individuales, definimos lo que conocemos por cultura y aprendimos a controlar nuestros impulsos (libres de alcohol en la sangre, claro), nos organizamos y normamos nuestro comportamiento, etc.
Entonces, ¿por qué no aplicamos lo mismo con la pobreza? Finalmente, ayudar a otros es olvidarse un rato de uno mismo y cuidar al otro como a ese "uno mismo", es decir, olvidar el instinto y dejar que la mente entre en escena. Es esta
la actitud.
No pretendo dar soluciones hoy, porque no las tengo. A mí mismo me cuesta dejar un trabajo estable por incorporarme 100% a otro de fines más altruistas, así que no soy el mejor ejemplo.
Pero sí creo que el primer paso es esa actitud. La actitud de pensar más en el otro que en uno mismo. Es esa actitud la que lleva y ha llevado a muchas personas a tomar iniciativas de cambio desde sus computadoras, casas, oficinas, etc. Es esa actitud la que ha unido a personas con interés en ayudar y marcar cambios para aventurarse en proyectos de relevancia social y humana.
Sí se puede entonces y no, no estoy loco. He aquí un ejemplo jóven de que sí se puede:
Un Techo para mi País. Muchos ya lo conocen, el resto sigan el link.
Compartan, por favor, conmigo sus ejemplos, sus ideas (así parezcan disparatadas), sus iniciativas de cambio (sean paliativas o que perduren en el tiempo). Volemos un poco, no perdemos nada, quien sabe si algún día podamos llevarlo a cabo, en todo caso apuntemos a ello.
Gracias!